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La psicomotricidad constituye el proceso de desarrollo integral de la persona y ocupa un lugar destacado sobre todo en la infancia, ya que existe una gran interdependencia entre el desarrollo motor, el afectivo y el cognitivo.

Al trabajar la psicomotricidad mejora:

  • La atención y concentración.
  • Las habilidades de motricidad gruesa y fina.
  • Las destrezas de autonomía.
  • La percepción que tiene la persona sobre sus habilidades, sintiéndose mas capaz.
  • La adaptación escolar, social y personal.



En el proceso del desarrollo psicomotor, intervienen entre otros:


1. El esquema corporal: 

La conciencia corporal se va adquiriendo tras la organización de todas las sensaciones relativas al propio cuerpo, en relación con los datos del mundo exterior. Un adecuado desarrollo del esquema corporal brindará la oportunidad de desarrollar diversos aspectos en el ser humano, tales como las emociones, el aprendizaje, sentimientos, miedos, etc.  

2. La postura y el equilibrio:

El equilibrio requiere de la integración del propio cuerpo y su relación con la estructura espacial y temporal, facilitando el acceso al mundo de los objetos y las relaciones personales. Una buena capacidad de equilibrio influye favorablemente en la estructuración espacial y temporal, en la adquisición del esquema corporal y genera mayor seguridad de la persona en sí misma.

3. La orientación espacio temporal:

Al comienzo de su desarrollo el niño localiza cada objeto de manera independiente con respecto a otros y a  su propio cuerpo. A medida que avanza en su desarrollo consigue concebir y situar los objetos sin necesidad de hacerlo en relación consigo mismo. Con un buen desarrollo en la orientación temporal y espacial se consigue mayor facilidad para: el aprendizaje de los trazos en preescritura, la formación, ordenación y comparación de conjuntos en matemáticas y dominio en la lectura, la cual se basa en una ordenación espacio-temporal.

4. La lateralidad: 

La lateralidad es el predominio de un hemisferio cerebral respecto al otro en las realizaciones motrices y sensitivas, concretado fundamentalmente en los miembros mano, ojo, pie y oído, por lo que existirá una preferente utilización de un lado del cuerpo frente al otro.Es conveniente vigilar la evolución de los niños/as que no diferencian el eje izquierda derecha de su cuerpo por la repercusión que puede tener en la adquisición de la lectoescritura.